¿Qué hace que un coche sea lo que es? ¿Es el rugido del motor, el chasis, el color de la pintura... o son las historias que se han ido incrustando en cada arañazo y en cada capa de pátina a lo largo de las décadas? En su primera columna para Revista impresa 000 nuestra fundadora, Laura Kukuk, se hace precisamente esta pregunta. Y ofrece respuestas fascinantes entre el arte de la ingeniería, la filosofía y la búsqueda de pistas moleculares.

Porque el trabajo de Kukuk comienza cuando miramos bajo la superficie. Mediante tecnologías de alta precisión, como la espectroscopia de emisión óptica (OES), analizamos la composición de los materiales de las distintas piezas del vehículo a nivel molecular. Esto nos permite determinar si un componente es realmente original o si ha sido sustituido posteriormente.

Pero por muy científico que sea este trabajo, sólo revela una parte de la verdad.

Laura describe de forma impresionante hasta qué punto se entrelazan la autenticidad técnica y el apego emocional. La sustitución de un motor, ¿hace que el vehículo sea menos "real"? ¿O simplemente un nuevo capítulo de la misma historia?

La columna retoma incluso un antiguo experimento mental: la "Nave de Teseo". Si un vehículo se restaura, renueva o modifica pieza a pieza a lo largo de los años, ¿sigue siendo el mismo? ¿O pierde su identidad pieza a pieza?

Para los coleccionistas, ingenieros y aficionados, no se trata de una cuestión puramente académica. Es un acto de equilibrio entre preservación y desarrollo. Entre la originalidad purista y la historia viva.

Obtenga más información sobre nuestros servicios exclusivos de autentificación de vehículos históricos. Nuestros procesos de análisis de alta precisión le ofrecen la seguridad que necesita para preservar la historia y la originalidad de sus valiosas piezas de coleccionista.